Hace unas semanas subí a un taxi y conducía una mujer. ¡Por fin! Me dije yo mismo.
Sí, una de las 400 que circulan por Barcelona. Hacía tiempo que no experimentaba esta sensación. Ya me tocaba…
El vehículo impoluto y ordenado. Todo parece tener su lugar adecuado. El móvil, el taxímetro, el GPS de turno y la impresora. También una caja de kleneex por si algún cliente lo solicita… y una bandejita con caramelos de colores y diferentes sabores. Vamos, ¡un cielo de taxi!
Viste elegante, pero algo desenfadada. Me comenta que es porque le resulta más práctico. Que se pasa de 8 a 10 h. diaria según va el trabajo. Que la hipoteca aprieta, pero que casi la tiene cubierta.
La conversación fue amena y distendida hasta llegar a destino. Entonces me di cuenta que no llevaba nada de dinero suelto y mi cartera –recordé entonces- me la había dejado en casa. ¡Ay! Pensé yo… ahora me la arma.
Me puse nervioso. Me esperaban en una reunión y yo sin tener con que pagar a tan diligente conductora. Le dije directamente: Mire señorita, el caso es que no llevo nada encima y acabo de darme cuenta ahora. ¿Cómo lo arreglamos?
La mirada fue fulminante y a la vez inquietante.
Oye que es verdad, y le pido disculpas. ¿Me puede dar su número de móvil y yo la llamo… y lo arreglamos?
Su repuesta fue, mantener la mirada, pero en locuaz silencio.
¿Quizá pensaría que era un truco de ligón, poco original?
Me sonrió y me dijo: ¡Ah! ¿Dice Ud. que tiene móvil? Pues active el monedero, si no lo está, que mi banco me ha instalado el pago también a través de ese chisme.
¿El mone qué?, le dije. Creo que le pagué el doble, pero por mi cara de sorpresa. Pero por un momento me sentí salvado del “asiento-eléctrico”. El tema parecía tener solución.
La vergüenza fue mayúscula. Recuerdo que una vez vi "eso", en mi móvil pero ni recordaba, ni podía recordar dónde, ni como. Estaba totalmente bloqueado. La taxista al ver que tenía un Nokia me inquiere: Seleccione “Extras”, grabadora no, Comandos de voz no, MO-NE-DE-RO, seleccione banco, seleccione tarjeta de crédito, introduzca pin, ahora el pin de seguridad, teclee OK… parecía interminable, pero finalmente lo conseguí, mi monedero activado!!
Yo le dije, ¿y ahora qué? Ella dijo: pues déme su número de móvil.
Yo: 6xx 4xx 7xx. Ella lo tecleó en su terminal e inmediatamente recibí un “sms” que me decía: ¿Acepta el cargo, de pago de taxi de 4,95 euros, de la Srta. Oti? Pulsar Ok. Introduzca su número pin de confirmación. Gracias.
Así finalmente conseguí pagarle. Uffff!! y nunca tan bien expresado.
Ya me iba y me pregunta si quiero un recibo. Le digo que bueno, sí, vale, de acuerdo y resulta que ya lo tenía listo e impreso. Grrrrrrrrrr + ;-))
Nada, que me sentí alegremente superado por una fémina, en términos tecnológicos...
Lo mejor fue su despedida.
Bien caballero, ahora ya lo sabe: me llamo Oti y estoy siempre a su disposición. Y márchese tranquilo, que no le daré la tabarra con su número de móvil, jajajajajajajaja
Esa fue, la mejor sonrisa del día, que aún hoy recuerdo y hoy os regalo.
5 comentarios:
Ignoro como llegaste a mi blog, pero creo agradecerlo.
Gracias por tus palabras, y bueno, aunque el tiempo ya ha pasado, casi 6 meses desde el trago amargo, todavía algo me duele.
Sobre Oti, por favor! si ya vemos que las féminas llevamos muchas veces el control.
Espero que te la vuelvas a encontrar, y esta vez, el que le regale una sonrisa seas tu.
Saludos
WOW! Sorpresa tras sorpresa. Creo que una sola vez en mi vida he visto una conductora de bus acá en Santiago. Ni hablar de una señora taxista.
Y luego de tu sudada, pago por celular! Lo encuentro simplemente fascinante. La tecnología no deja de maravillarnos.
Saludos!
Desde Chile, la Hormiga Cantora
E-E, tienes toda la razón en lo que me dices. Si la vuelvo a encontrar así lo haré.
Sobre tu blog: 6 meses en ocasiones es una eternidad o tan sólo un instante!!
Hormiguita, pues ya ves cómo se las gastan por aquí las Srtas. Taxistas y las entidades bancarias. Tenemos 2 grandes plataformas de pago por móvil. Su uso no está muy extendido pero es de utilidad para situaciones como la mía y compra de poco importe, de momento.
Veo que en Chile tenéis un camino por andar aún... todo llega, aunque muchas ya van de regreso!!
Mercedes, me alegro que hayas seleccionado éste post, de entre tantos. Ahora, releído despues de algún tiempo, veo que tiene su qué!
Además, ahora, con los comentarios de E-E, La Hormiga (una de mis musas bloggeras) y tu, está de sobresaliente!
Publicar un comentario