Atendiendo a la parcial definición de la palabra “saga” como “una epopeya familiar que se extiende a varias generaciones…”, hoy quiero presentaros: La “saga” de los Martínez.
Hace unos días conocí a Alberto, un "artista" del volante amarillo y negro. Es el mayor de tres hermanos, dos hermanos y una hermana. Y sí, los 3 taxistas. Pero eso podría ser casualidad o pura coincidencia, pero la cosa viene de más atrás. Su padre fue taxista allá por los años 50, al volante de un Seat 1400, ahora está satisfactoriamente jubilado. Ha recorrido casi 10.000.000 de kilómetros y ha vivido las diversas transformaciones de la metrópoli Barcelonesa. Fue él quién les transmitió la vocación y los conocimientos del sector a través de su dilatada experiencia.
Inicialmente fueron los varones quienes heredaron la tradición. Eso no era entonces un trabajo de “mujeres”, Hoy sí y en aumento. Ya he citado que del total colectivo de 10.500 hay 400 féminas al volante del servicio público amarillo y negro. El 3,8% y subiendo. Lo recalco, porque también conducen: autobuses y trenes!
Ellos, Alberto y su hermano Javier, empezaron de muy jóvenes en el taxi. Ella prefirió trabajar como, secretaria administrativa, en una fábrica textil con sede en el Passeig de Grácia con la Gran Via. Hace unos años y en plena crisis de su sector se quedó sin trabajo y teniendo que acudir a las oficinas de empleo a “cobrar” del paro. Ángela es muy trabajadora y se sentía incomoda con la situación. No como "otros", que agotan el subsidio de desempleo hasta límites insospechados…
En la celebración familiar de la jubilación de su padre y con toda la familia reunida le recomendaron entre todos “hacer el taxi”, aunque suena fatal, ese es el argot que se utiliza. La propuesta nació, entre risas y bromas, después de los postres y ya tomando el café. Ángela por un momento tuvo la sensación que en cierto modo se reían de ella aunque parecía que le quisieran ayudar. Se molestó algo y dijo: "Mañana es lunes, y pienso matricularme en la escuela para sacarme el permiso de conducción necesario y después me presentaré al examen". Continuó su exposición diciendo: “Os emplazo a todos, a subir a mi taxi, en menos de 6 meses”. Las caras iniciales de sonrisa y sorpresa, se tornaron en gestos y expresiones, de gran expectación. Todos sabían del temperamento fuerte de Ángela y su especial gestión del carácter para conseguir en la vida todo lo que se proponía.
Fueron su padre y su madre quienes, al verla radiante y esperanzada -que no deafiante-, alzaron su copa brindando por un nuevo taxista en la familia.
Alberto apoyándola, le planteó que trabajara con el mismo vehículo, que ellos. Teniendo tres furgonetas Nissan Serena, en la familia, podrían ofrecer servicios a empresas y establecer sinergias en las compras de vehículos y su mantenimiento. Alberto y Javier funcionaban independientes con ellas, desde hacía 8 años, y sin problemas. Ella les respondió: “Ahora es el tiempo del Alhambra, con navegador y manos libres. Con sillitas atrás, para los niños y rampa para discapacitados! Todos se quedaron mudos. La última: ¡la más avanzada e innovadora!
Sus padres y hermanos no tuvieron que esperar más de 4 meses para recibir por carta una especial invitación que rezaba telegráficamente: “Hola, soy Ángela, licencia de taxi 14.111, os espero a todos hoy a las 16 h. debajo de casa. Al que se retrase le cobro la “carrera”! Os quiere, vuestra hija y hermana. Firmado: ÁNGELA.
De este modo, toda la familia al completo, subieron al taxi y Ángela estreno su taxímetro, ya que esta terminantemente prohibido circular con ocupantes, sin llevarlo encendido, a no ser que sea el día festivo o de descanso.
Ahora está muy feliz, porque trabaja, además en algo que siempre vio como familiar o de casa de toda la vida, y se siente orgullosa conduciendo su nuevo y flamante taxi. Trabaja 9 horas intensamente, y le sobra tiempo para Conciliar su nueva vida profesional con la familiar. Tiene 3 hijos. Dos niñas de 12 y 10 años. El último fue niño y tiene 6 años.
Una saga pues, que de momento tiene 66 años, y apunta vocación de centenaria. Desde aquí os deseo larga y próspera vida profesional y humana.
PD: Si os encontráis con Ángela, saludadla de mi parte!
8 comentarios:
@ Merche, que ricas están las "migas"... mmmmm Pero imagino que es un plato muy calórico! ;)
Ángela, lo lleva super bien, porque tiene claro que el taxi lo trabaja en femenino!
PD: No has dicho nada de los 3 enanos, jajajaja
Besos y saludos!
@ Merche cúbica y creo que algo más en "proyecto", n'est pas? ;)
Besos "solidarios"
Buena historia, hace muy pocos años que en Chile las mujeres están en el transporte público. Brillante idea de Angela incluir la modernidad al taxi.
Saludos desde Viña del Mar
@ Claudia, me alegro que en Chile las mujeres avancen en estas profesiones.Con los cambio tecnológicos y las mejoras en comodidad son ya sectores de fácil acceso para el empleo femenino! El primer efecto es de sorpresa pero despues de una gran satisfacción por el tipo de servicio que realizan.
Hay mujeres que andan peleadas con las innovaciones y las tecnologías... pero no es el caso ni de Ángela, ni el tuyo!
Besos "australes"
Aqui también hay mujeres taxistas... y conductoras de autobuses... que molán!!, aunque ciertamente nunca he visto en el turno de noche a ninguna mujer, por qué será?
Lo que no sabia yo es lo de encender el taxímetro chato, porque aqui, lo llevan apagado cuando van en servicio particular, o sea, a llevar a la parienta al médico o al Mercadona, que sé yo...
Por cierto un dia contaré una odisea mia con un taxista un pelin... pelin.. indefinible.
Saludos de: tengo 50 euros me cambias?
@ sade, será que no sales de noche? ;) Si no las hay es porque creen que la noche Vallisoletana peligro trae... ;)
Normalmente ellas trabajan siempre horario en el cual puedan trabajar doblemente. La casa y el taxi! Te imaginas una casa donde la mujer trabajara de noche y durmiera de día... en 4 días se lía una gorda!!
Lo del taximietro creo que va según los reglamentos. Aquí si van de vació, cierran la luz y hacen gestiones. Cuando llevan pasaje normalmente y sin luz de libre, es porque es su festivo. Aún así lo pregunto mañana mismito!! ;)
Ah, esa no te la perdono... escribela y te la publico... o la publicas y le pongo un enlace!! Por nada del mundo me la pierdo.
Saludos encantadores, los tuyos. Me encantará acompañarte a pedir cambio, en un restaurante "con velas y con violines de fondo..." ¿Te piace?
Jaja... JB eres tremendo! Contigo voy yo a escuchar violines donde quieras: restaurante divino o bocata callejero; lo interesante es la compañia, no crees?
Ayyyyy... que no salgo de noche? ojalá saliese menos de noche. Ah! y por cierto, yo soy de esas que duermen de dia y trabajan de noche, y a mucha honra!!! jeje!
Saludos de una noctambula con pretensiones diurnas.
@ Teresa, ya tienes un para de arruguillas más. Bien posicionadas, anyway! Como te parte de la risa... da gusto oirte!
¿Tremendo yo?... si soy de lo más, de lo más... bueno, algo de razón llevarás! ;)
Me alegra que opines eso de que la compañía es mejor que el lugar... pero, por ser divina!
Besos "sin pretensiones" ;)
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