La mítica peli del taxista solitario, enamorado pero poco correspondido y gran desfacedor de entuertos!!
El trauma de Vietnam para la sociedad americana se extendió; hasta años después de que el conflicto bélico hubiera terminado. El drama que, treinta años antes, describía el film de William Wyler “Los mejores años de nuestras vidas” (1946), era el mismo que recogían “El cazador” (1978, Michael Cimino) o la película que nos ocupa, Taxi driver, de Martin Scorsese.
Son películas que hablan de la alienación y aislamiento que sufren los veteranos de guerra, hombres que volvieron a su país como héroes pero que al poco tiempo son olvidados y dejados de lado, como extrañas piezas que no encajan en el complejo y egoísta puzzle de la sociedad occidental. La hipocresía de un gobierno que envía a sus hijos a una guerra inútil, les da una medalla cuando vuelven a casa, y se desentiende de ellos cuando han de enfrentarse solos a sus fantasmas personales y a la propia sociedad.
Taxi driver pues, cuenta la historia de Travis Bickle (Robert de Niro) un veterano de Vietnam enfrentado a la marginación social a la que su propio país le somete. Un hombre taciturno, solitario que empieza a trabajar como taxista en el turno de noche, ofreciéndose incluso a ir a las zonas más peligrosas de la ciudad. En sus oníricos recorridos por las calles, conocerá; primero a una atractiva mujer, Betsy, (Cybill Shepherd) de la cual se enamora, aunque ella lo rechaza; más tarde, se encontrará; con Iris (Jodie Foster), una prostituta de doce años a la que Travis intentará; salvar, alejándola de su peligroso chulo interpretado por Harvey Keitel, y buscando así; su propia redenciónn.
La acción, le reportará; un irónico reconocimiento social, incluso Betsy tratará; de seducir a Travis, ahora una persona; “socialmente admirable”, pero éste ya no la aceptará, y acabará; el film solo, en su taxi, recorriendo la noche de New York.
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