jueves, junio 15, 2006

El Taxi va de FERIA...


Desde aquí rememoramos la pasada "Firataxi '06", todo un éxito de participación. El precio de la entrada fue de 5,00 € (toda una carrera).

Sectores convocados: Organismos financieros - Empresas de seguros - Fabricantes de automóviles - Informática, radiocomunicación, GPS, electrónica - Fabricantes de taxímetros y productos para taxis - Combustibles alternativos (hidrógeno, gas, etc.) - Talleres y recambios - Neumáticos - Federaciones y organismos oficiales - Prensa, radio, televisión - Escuelas de conducción - Accesorios y proveedores y Varios (Industria auxiliar).

Superficie aproximada: 5.000 m2

Comité Organizador: Sindicat del Taxi de Catalunya (STAC) - Federació Catalana del Taxi (FCT) - Asociación Empresarial del Taxi (AET) - Associació Catalana d'Empreses de Radio Taxi (ACERTAX) - Institut Metropolità del Taxi (IMET) - Sindicat Taxistes Autònoms de Barcelona (STAB) - Associació barcelonesa d'empresaris autònoms del Taxi (ABEAT) - Gremio Unión de Taxistas (GUT) - Cambra de Comerç de Barcelona" y Grup de Taxistes Independents.

Instituciones Colaboradoras: Generalitat de Catalunya - Departament de Política Territorial i Obres Públiques - Direcció General de Ports i Transports - Ajuntament de Barcelona y Direcció de Promoció Econòmica.

Secretaria Técnica: OTAC, S. A.

¿Estaban todos los que son o son todos los que ESTABAN?

A continuación reproduzco un artículo de opinión muy didáctico de Marius Serra publicado en La Vanguardia.

En FIRATAXI se vieron tantos nuevos aparatos para los futuros taxis que parecía Sonimag.

La primera edición de Firataxi se saldó el domingo con un éxito multitudinario. Vaya por delante que soy uno de los miles de compradores de los fascículos Taxis del mundo, de modo que no me extraña nada la fascinación que ejercen. De niño, incluso empecé una colección de taxis fotografiándolos con mi Kodak Instamatic, pero me cansé pronto al advertir que en la mayoría de ciudades los taxis eran vehículos monocolores con un pequeño distintivo en la parte delantera. Nada que ver con la fastuosa visibilidad de los barceloneses, cuya combinación de amarillo y negro se ve a la legua. No sé si en Firataxi hubo algún recuerdo para filmes de taxis tan memorables como Herbie,Taxi driver o Night on earth, pero lo que trascendió en todos los reportajes fue la gran cantidad de nuevos aparatos que amenazan con colonizar el taxi en los próximos años: que si pantallas táctiles consultables a bordo por el viajero, con rutas, música y películas; que si GPS de última generación, que si cobro con tarjeta, que si cámaras de seguridad, que si wifi para conectarse a la red, que si bluetooth. Esto ya parece Sonimag.

Queda claro que de aquellos taxímetros mecánicos inventados en la época de la Gran Exposición de 1929 ya sólo queda la frase hecha bajada de bandera. Un verdadero anacronismo que sigue incrustado en
nuestra habla a pesar de que ya han desaparecido las banderitas metálicas rotuladas con el prometedor adjetivo LIBRE que, al bajar, situaban el taxímetro en un precio mínimo inicial: la bajada de bandera. Hoy Tísner ya no podría definir taxi en un crucigrama con su conocida "alça la bandera en senyal de llibertat". Y, sin embargo, es probable que la expresión sobreviva durante décadas, del mismo modo que continuaremos tirando de la cadena del váter aún cuando la mayoría ya funciona con palanca o botón.

Las empresas del sector investigan las posibilidades del wifi y del bluetooth para que el pasajero pueda navegar por Internet e incluso enviar correos electrónicos. ¿Pero no habíamos quedado que eso lo haríamos con el móvil? La redundancia tecnológica es una de las paradojas de la era digital. Como enviar un e-mail y llamar acto seguido para ver si lo han recibido. En los albores de la era informática sucedió un episodio que siempre me ha fascinado. En 1969 un grupo de ingenieros estudiaba el envío de información empaquetada entre ordenadores. Su objetivo era preservar la información para que no se perdiese en el caso que una máquina quedara dañada. Trabajaban en Los Ángeles, en un centro que dependía de la UCLA, y el 29 de octubre enviaron un mensaje a otro grupo de investigadores del Stanford Research Institute, en la vecina San Francisco. El texto que intentaban transmitir era la palabra LOGIN, letra por letra. Mientras lo hacían, llamaron por teléfono para comprobar si llegaba. Los Ángeles envió L y San Francisco rugió "tenemos la ele", luego oyeron "tenemos la o" y entonces, mientras enviaban G, la transmisión se cortó. De modo que el primer mensaje de correo electrónico de la historia fue LO, talmente como si le tirasen los tejos a la inmortal Lolita nabokoviana.

Será fantástico que los taxis lleven más aparatos que la nave Enterprise, pero lo importante sigue siendo el comandante.

Ya se ve que "conducimos" hacia Taxi 21, pero ¿la marcha y la dirección son las correctas?

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